Nos tomamos un café, tu poesía me pidió volver y conocimos un trocito de cielo.
El tic-tac del reloj no nos ayuda mucho, pero es posible que en fallas pudimos arder con ellas y nos dimos el placer de empezar algo nuevo.
Aunque el miedo se nos presenta, no olvidamos las reglas de nuestra historia, pero sabes para que sirven las reglas, no?
Que extraña esta forma de doler, pero deseo escuchar de tu boca “pídeme más”.
Estas a mi lado, de finde, y así nos va, como si fueras mi regalo de reyes, como si la mariposa y la estrella pudieran tocarse alguna vez. Llenamos este espacio de emociones varias, de recuerdos, de sentimientos profundos y de ROMA… al revés… de AMOR.
Temo el “game over” de nuestra historia, en noviembre podrás dedicarte exclusivamente a ti, a contentar tus delirios internos si quieres, además me encantaría que decidieras formar parte de mi historia hasta el fin del mundo.
Sería mucho imaginar, pero imagina: imagina que tu día lo convierto en 48 horas, pero esas horas de más no las encontrarás en forma de minutos, ese tiempo que quiero regalarte está en los detalles. Te lo quiero regalar y decirte con esto “y que cumplas muchos más…”.
Hasta aquí necesitaba un abrazo, y porque no? , un buen beso también.
Esta es la historia de un sueño, que cada 16 que nos encontramos en la vida, nos recuerda que lo que nos faltó un día, lo podemos conseguir al día siguiente.
Como me aburro en ocasiones, he de distraerme, y me gusta recordar momentos, disfrutar de las casualidades rosas que se nos han presentado, y lo quiero recordar para llegar a volver a imaginar ese momento, en el que puedo escribir “y entonces llegó ella, a flor de piel…”, fue como si todas las estrellas fugaces hubieran decidido que ese era el momento de realizar su cometido, porque de estrellas fugaces haberlas haylas, miremos bien.
Lo que me pasa contigo dice alguien que se trata de una historia muy bonita y diferente, lo que no sabes es que alguna tarde de domingo no la puedo considerar bonita cuando empezamos a poner otra vez distancia entre nosotras.
Hoy te pondría un punto verde, como cuando a los niños se les pone y se les canta cumpleaños feliz, se les pone porque ese es su día, y simplemente deseamos que esa personita sonría como nunca, del sol a sol.
C’est la vie, y de esto al olvido hemos comprobado que hay muy poco espacio, pero esta vez no es igual, y hoy lucho por esto, como cuando en alguna patria querida se disputó una guerra fría, y lo hago porque eres tu mi sueño.
Los secretillos de aquella fría mañana, deseo que no nos hagan pensar eso de “y será mejor que no…”. Deseo que no pienses eso porque la respuesta a la gran pregunta nunca formulada es “Si… me enamoré de ti”.
Y si el alma se equivoca no podremos entender porque cada noche te echo de menos.
simplemente wauuuuu
ResponderEliminarsuper enganchada q me teneis.
tengo q hacer un parentesis y luego vuelvo